No para de
llover. Capuchas, camperas, pilotos visten los hinchas millonarios. Es la una
de la tarde y la gente de River ya está ingresando al Monumental para ver el
partido mas esperado. A los empujones, se meten de a diez para ingresar sin
entrada. El operativo policial de mas de millón de pesos, no es el mas eficaz.
La gente se empieza a ubicar en las tribunas medias para no mojarse y los que
no entran, buscan techito por todos lados. Son pocos los valientes que se
quedan bajo la lluvia. Al rato, los jugadores de Boca salen al campo de juego
para ver su estado y todos los hinchas que andaban por ahí escondidos, salen
para silbar y cantarle a la visita. De golpe, están todos acomodados... arrancó
el superclásico.
Son las cuatro
y la lluvia ya enfurece a los hinchas, que empiezan a escuchar los primeros
rumores de que el partido se puede llegar a suspender. Hasta hace una hora,
esto parecía imposible, pero ya se notan desde la tribuna mas alta los charcos
de agua que se van formando en la cancha. Mientras tanto, el Estadio se sigue
llenando, los hinchas siguen cantando y la lluvia sigue cayendo.
Faltan 15
minutos y el Monumental es una fiesta. La popular despliega miles de banderas
de River y de Argentina. En las tribunas altas sacan globos rojos y blancos.
Suena “River mi buen amigo” como todos los domingos y sale el equipo a la
cancha. Miles de papelitos reciben al millonario, los gritos aturden y la
expectativa es muy alta. De golpe, todos parecen olvidarse de la lluvia.
La cancha esta
difícil. Los jugadores meten pases pero estos nunca llegan. Los primeros
minutos fueron un aviso de cómo iba a ser todo el partido: muchas faltas y poco
orden en el juego. Cada uno que va al piso termina deslizándose dos metros como
si estuviese barrenando. A los empujones se pelean la pelota que queda siempre a
mitad de camino. Aparecen las primeras jugadas y así también los primeros
enfrentamientos: Orión con Teo y Meli con Mercado. Se calienta el clásico.
A los 22 del
primer tiempo y después de un tiro libre, Magallán se escapa de Rojas -que lo
venia agarrando- y como puede concreta un centro cruzado que Barovero no puede
atajar. Gol de Boca. Los hinchas se miran entre si. “¿Quién lo dejo solo?” “Decime
que no fue de Chávez” se escucha por ahí. ¿No era que Boca era un equipo de
segundos tiempos?... Otro partido que River empieza perdiendo, pero justo en
este no podía pasar. “Vamos River, dale” los hinchas no pierden las esperanzas
y River sigue yendo para adelante buscando el empate. Eso si, Orión no se para
de tirar al piso y Vigliano esta lejos de amonestarlo. Sinfonía de chiflidos
para ambos.
A los 40 y después
de un fuerte remate de Rojas al arco, se ve una mano que toca la pelota dentro
del área, nadie sabe quien es, pero es de Boca. Penal para River y Gago se va
expulsado. La alegría millonaria contagia, la mayoría ya la ve adentro. Se
prenden los flashes de todas las cámaras que quieren filmar el sexto gol de
Morita a Boca. Pero cuando el arbitro pita, el uruguayo -que le había sacado el
penal a Teo— la manda a las nubes. ¿Para qué te traaaaaaje?
Pese a eso,
River siguió fiel a la idea de Gallardo. No paro de buscarlo un segundo. En una
jugada rápida antes del final, le llega la pelota a Sánchez que tira el centro
y Teo se la pica a Orión –que aparentemente sigue en el piso-. Era el empate,
pero el lineman levanta el banderín. No lo cante, no lo grite, no se abrace.
¡Quiero ver la repe!
Vuelven los
equipos para jugar el segundo tiempo. La lluvia no para. La joyita de River se
acerca al cuarto arbitro para ingresar. ¡Cuanta fe te tengo Boyé! La primera
que toca a los 30 segundos genera un corner. La segunda, al minuto, mete un
remate cruzado pero se le va afuera. Que bien entraste pibe. Boca genera poco
pero asusta con las que tiene. Calleri esta muy movedizo y en todas las dividas
llega habilitado. Por momentos, no parece que tengan uno menos. Pero siguen las
faltas y las imprecisiones. Nos es un buen espectáculo. Morita mete un cabezazo
espectacular que Orión llega a tapar. ¡¡UH!! Teo le baja la pelota a Mora y lo
deja frente al arquero, que llega primero ¡¡UUUUH!!.
30 del segundo tiempo. Sale Pisculichi, entra Solari. Sale Sánchez, entra Pezzella. “¿Pezzella? ¿Para que mete un defensor?” en la cancha, nadie entiende lo que pasa, pero Pezzella sube y se mete entre los defensores de Boca. El bahiense esta jugando arriba, de centrodelantero. Si antes no entendían nada, imagínate ahora. A los pocos minutos, otro centro al área (y van..) para que lleguen los delanteros por arriba, alguien se levanta por el aire y, anticipando a dos hombres de Boca, mete un cabezazo espectacular que Orión tapa pero se le escapa la pelota y en el rebote, toca la red. Cantalo, cantalo, cantalo ¡GOOOOOOOOLl! Gritos, llantos, empujones, abrazos, festejos de todo tipo porque River por fin llega al empate después de tanto buscarlo. Y entre todo eso, uno que venía escuchando la radio, como pudo, lo anunció: “¡LO HIZO PEZZELLA!”. Que increíble este Gallardo, estratega, quién lo hubiera dicho. El zaguero central, que entra de vez en cuando, se puso la 9, cabeceó y cual goleador fue a buscar el rebote. Es apenas el empate y todavía hay tiempo para uno mas. "¡Vamos River!"
30 del segundo tiempo. Sale Pisculichi, entra Solari. Sale Sánchez, entra Pezzella. “¿Pezzella? ¿Para que mete un defensor?” en la cancha, nadie entiende lo que pasa, pero Pezzella sube y se mete entre los defensores de Boca. El bahiense esta jugando arriba, de centrodelantero. Si antes no entendían nada, imagínate ahora. A los pocos minutos, otro centro al área (y van..) para que lleguen los delanteros por arriba, alguien se levanta por el aire y, anticipando a dos hombres de Boca, mete un cabezazo espectacular que Orión tapa pero se le escapa la pelota y en el rebote, toca la red. Cantalo, cantalo, cantalo ¡GOOOOOOOOLl! Gritos, llantos, empujones, abrazos, festejos de todo tipo porque River por fin llega al empate después de tanto buscarlo. Y entre todo eso, uno que venía escuchando la radio, como pudo, lo anunció: “¡LO HIZO PEZZELLA!”. Que increíble este Gallardo, estratega, quién lo hubiera dicho. El zaguero central, que entra de vez en cuando, se puso la 9, cabeceó y cual goleador fue a buscar el rebote. Es apenas el empate y todavía hay tiempo para uno mas. "¡Vamos River!"
Pezzella se besa el escudo después de empatar el partido.
Boyé y Solari festejan. Foto: River Plate Oficial |
Las tribunas
estallan. “Soooolo le pido a Dioooos…” es el canto del momento. La gente empuja
para que River lo de vuelta. Quedan 10 minutos. Vigliano frena todos los
empujones y marca falta para Boca. Amarilla para Mora. Roja para Funes Mori a
las 38, bien expulsado. Se complica el cierre. 10 contra 10. Paro de llover por
primera vez en el partido. Mercado intenta salir desde abajo pero rebota en
Insúa y Barovero a los resbalones no puede controlar la pelota que le queda
atrás. Aparece Chaves, que no se cansa nunca, y casi llega. Pre infarto. El
trapo se recuperó justo. Erbes lo baja a Solari pero zafa de la tarjeta. River
lo busca por arriba una vez mas, pero a Pezzella esta vez se le va afuera. Boca
también sigue va para adelante. Le llega la pelota a Chávez habilitado, una vez
mas, y remata al arco. Barovero había salido y alcanza a tocarla, apenitas,
pero el remate era fuerte y se acerca lentamente al arco. Se me sale el
corazón. Infarto. Mercado la saca casi sobre la línea. Pero la ultima va a
quedar para la joya. Estamos en tiempo cumplido. Quedan 20 segundos. Boyé
recibe un centro pero cabecea sin direccionar la pelota y se va por arriba.
Esta noche no dormís Lucas.
Pita Vigliano.
Se termino el superclásico. River no pudo mostrar su gran juego otro partido,
pero defiende el invicto. ¿Sabrá Gallardo lo que significa perder?. Los
jugadores se van aplaudidos, por su puesto. La gente recuerda la frase que
Riquelme dijo en la semana y sonríe. En lo que va del 2014 Boca no le pudo
ganar un partido a River. El millonario terminara la fecha puntero, sin
importar el resultado del Rojo. Y todos nos ilusionamos con el bicampeonato.
Fecha: 6/10/14
Fecha: 6/10/14